Y de repente te das cuenta que es el momento de empezar algo nuevo y confiar en la magia de los comienzos!
Listo! el proceso terminó; confirmada fecha y hora para empezar en la nueva posición! ¿Y ahora qué sigue?, ¿cómo me preparo para lograr la adaptación rápida y exitosa posible?
Considera esta lista de trampas que suelen ocurrir cuando uno está haciendo el cambio:
- Te aferras a lo que sabes: Crees que tendrás éxito en tu nueva función haciendo lo mismo que hacías en el trabajo anterior. No ves que el éxito en el nuevo trabajo exige que dejes de hacer lo que estabas haciendo y aprendas nuevas competencias.
- Caes en la necesidad de “actuar”. Sientes que tienes que actuar y lo intentas a toda costa, pretendes poner demasiado pronto tu sello en la empresa. Estás demasiado ocupado para aprender, tomas malas decisiones y favorecer la resistencia a tus iniciativas.
- Te pones unas expectativas irreales. No negocias tus responsabilidades o no estableces objetivos claros y alcanzables. Actúas bien pero no consigues satisfacer las expectativas de tu jefe o la de tus compañeros.
- Intentas hacer demasiado. Corres en todas direcciones, lanzando múltiples iniciativas con la esperanza de que alguna salga bien. Confundes a la gente, y ningún recurso importante se centra en las iniciativas clave.
- Llegas con “La” respuesta. Llegas con la mente ya programada o sacas conclusiones rápidamente sobre “los” problemas y “las” soluciones. Te alejas de la gente, y ningún recurso importante se centra en las iniciativas clave.
- Te aferras a un tipo de aprendizaje equivocado. Dedicas demasiado tiempo a centrarte en la parte técnica del negocio y demasiado poco a las dimensiones culturales y políticas de tu nueva función. No desarrollas la perspectiva cultural, las relaciones y los conductos de información que necesitas para entender lo que está sucediendo.
- Ignoras las relaciones horizontales. Estás demasiado tiempo centrado en las relaciones verticales (por arriba con tu jefe y por abajo con tus subordinados) y demasiado poco en tus compañeros o en las personas clave. No llegas a saber del todo qué necesitas para prosperar y pierdes las posibilidades de establecer alianzas de apoyo.
Si prestas atención a estos errores más comunes, vas a poder focalizarte en:
- Preparate: romper mentalmente con tu antiguo trabajo y prepararte para tomar las riendas del nuevo.
- Acelera tu aprendizaje: conocer sus productos, mercados, tecnologías, sistemas y estructuras, además de la cultura y política de empresa.
- Ajusta tu estrategia a la situación: hacer un buen diagnóstico de la situación.
- Asegura victorias tempranas: identificar la manera de crear valor y de mejorar los resultados
- Negocia el éxito: Planifica con cuidado conversaciones sobre la situación, las expectativas, el estilo de trabajo, los recursos y tu desarrollo personal.
- Construye tu equipo: Si heredas equipo, tendrás que evaluar, ajustar y movilizar a sus miembros.
- Crea coaliciones: Empezar a identificar a las personas claves para tu éxito y averiguar cómo hacer para que se pongan de tu lado.
- Acelera la transición para todos: cuanto antes consigas poner al día a tu equipo, mejor será tu rendimiento.
- Mantén tu equilibrio: Toda transición genera confusión, por lo tanto tendrás que trabajar duro para mantener tu equilibrio y conservar tu habilidad de tomar buenas decisiones. Crear una red de apoyo y asesoramiento adecuada es un recurso indispensable.
Nosotros podemos ser tu red de apoyo! Conta con nosotros!